Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for septiembre 2010

MENSAJES FRANCISCANOS

  

Read Full Post »

 

¡GRACIAS CATEQUISTA!

 Gracias catequista, por responder a la llamada gratuita de Dios que te constituyó en educador de la fe de tus hermanos.

Gracias catequista, porque con tu alegría, disponibilidad, amor y paciencia me ayudas a descubrir la presencia amorosa de Jesús.

Gracias catequista, porque con tu vida sencilla y comprometida me enseñas que el cristianismo vivido al servicio de los hermanos es fuente de felicidad.

Gracias catequista, porque a través del estudio asiduo de la Palabra y de la doctrina de la Iglesia para compartirlo conmigo me liberas, ahora entiendo porque decía Jesús, «la verdad os hará libre».

Gracias catequista, porque lo que me enseñas no es solo el fruto del estudio de grandes volúmenes de doctrina sino tu simple y bella experiencia de fe.

Gracias catequista, porque me anunciaste a Jesús no solo con las palabras, sino, también con los gestos, la mirada y el silencio.

Gracias catequista, porque no respondiste a mis preguntas haciéndome creer que sabías mucho, sino, que me ayudaste a entrar en mí permitiéndome escuchar el espíritu que habla dentro de mí.

Gracias catequista, porque me enseñaste a percibir a Dios como Padre y me enseñaste a dirigirme a él como una hija.

Gracias catequista, porque al tener tanta paciencia conmigo me enseñaste a respetar el ritmo de los otros así como Dios hace con cada uno de nosotros.

 Gracias catequista, porque me haces vivir el día del catecismo como día de encuentro, de fiesta, de comunidad, de reflexión, un día diferente a los otros.

Gracias catequista, por aceptar las críticas y correcciones sin desanimarte, y por estar siempre en búsqueda de nuevos métodos y experiencias.

Gracias catequista, por escucharme, animarme, exigirme, guiarme a Jesús y hacerme sentir miembro vivo de mi comunidad parroquial. Gracias por ser compañero en el camino de mi fe. .

 

Read Full Post »

 

 

Querido D. Antonio:

Los monaguillos de esta parroquia queremos felicitarte por tus 25 años de “GRAN PASTOR”, (decimos lo de “GRAN” porque eres tan bueno y cariñoso como alto y nosotros que somos tan enanos tenemos que mirarte hacia arriba para verte)

Nos gusta mucho que vengas por nuestra Parroquia ¡Nos revolucionas a todos!

Eres gracioso y simpático,  le caes bien a todos: niños, jóvenes mayores y ancianos.

A los monaguillos nos gusta hacernos fotos contigo, ¡no todo el mundo tiene una foto con el obispo!¡hasta nos dejas sorprendidos con tus juegos de “Bastón”!

Gracias por escribirnos todas las semanas tus cartas, nos enseñas muy bien “La Palabra”

Y En este año sacerdotal, que acabamos de terminar, queremos desearte lo mejor: que seas un buen cura, o mejor dicho ¡OBISPO!, así, pediremos a la Virgen que no te abandone que te ilumine y nos guíes muchos años para que dentro de unos cuantos puedas  imponernos tus manos.

   Un abrazo, los monaguillos/as de la Parroquia de la Asunción de Manzanares.

 

  

Read Full Post »

LA ORACIÓN DE LOS 5 DEDOS

La oración de los 5 dedos:

1-Tu dedo Pulgar es el mas cerca a ti.

Empieza tus oraciones por aquellas personas más cercanas a ti. Ellos son más fáciles de recordar. El rezar por nuestros seres queridos, es “un trabajo dulce”.

2-El próximo dedo es el índice.

Reza por aquellos que nos enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye maestros, dentistas, doctores, y ministros. Ellos necesitan su apoyo y su sabiduría en guiar a otros por caminos del bien. Mantenlos en tus oraciones.

3-El próximo dedo es el más grande de todos.

Este nos recuerda a nuestros Líderes. Recemos por nuestro presidente, los lideres de las empresas, grandes industrias y administradores. Estas personas son responsables por nuestra nación y de guiar una opinión publica. Ellos necesitan que Dios los guié.

4-El Cuarto dedo de Rezar.

Sorpresivamente para muchos este es nuestro dedo más sensible y débil, y muchos maestros de piano pueden testificarlo. Esto nos debe recordar que tenemos que rezar por nuestros hermanos más débiles, con problemas o se encuentran en dolor.

5-Y por ultimo viene nuestro dedo meñique, el mas chiquito de todos

Es aquí donde nosotros debemos colocarnos en la presencia de Dios con los otros. Como lo dice la Santa Biblia, “los últimos serán exaltados” Tu dedo meñique debe recordarte que reces por ti mismo. Después de haber rezado por todos los demás, tus propias necesidades deben ser puestas en perspectiva y así podrás rezar por ti mismo con mucho más efecto.

Read Full Post »

DE FIESTA CON JESÚS

EL PRÓXIMO DOMINGO 3 DE OCTUBRE COMIENZA "LA MISA DE LAS FAMILIAS" EN LA PARROQUIA A LAS 12 DEL MEDIDODÍA.
JESÚS TE ESTÁ ESPERANDO EN LA EUCARISTÍA. ¡NO FALTES Y ANIMA A TU FAMILIA!
 

Read Full Post »

Llamo a la puerta para entrar en una casa con la autoridad del que vive en su interior.

Me signo con el agua bendita en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Entro en las dependencias del que me ha invitado y, lo primero que hago, es presentarme y saludarle.

Me dirijo a los bancos, me arrodillo, miro al sagrario u observo una cruz y hago una oración sencilla pero sincera: gracias por haberme dejado entrar, por estar aquí, por encontrarte de nuevo, por invitarme

 

Por delicadeza pregunto por la señora de la casa. Ella, en el silencio, ha trabajado para que todo esté a punto. Aunque muchos no lo reconozcan.

Busco una imagen de Santa María  y le doy las gracias por sul Hijo Jesús.

 

Aunque soy invitado recuerdo que, no hace mucho tiempo, tuve una actuación negativa con el señor que hoy me ha abierto sus puertas. Lo medito y, antes de seguir adelante, le pido disculpas. Luego me siento mucho mejor.

En la eucaristía no podemos participar con cosas pendientes con los hermanos. Dios nos escucha y, con sencillez y verdad, le pedimos perdón por lo que no ha ido bien con los demás y con nosotros mismos.

 

Una vez realizados los saludos de rigor, el señor de la casa, me invita a que me siente porque quiere decirme algo

Antes de participar del banquete Dios nos habla recordándonos su presencia en el pasado, el cómo lo vivieron y escucharon nuestros antepasados, lo felices que podemos ser nosotros siguiéndole.

 

Por fin, antes de dar cuenta del manjar, el dueño de la casa nos habla con especial fuerza para que no olvidemos ese gran momento

Nos ponemos de pie porque Cristo habla dejando en nosotros un pensamiento, una actitud, un cambio, un deseo de ser mejores: EL EVANGELIO

 

Cuando vamos a una visita no vamos con las manos vacías; llevamos nuestros regalos

Las ofrendas simbolizan el esfuerzo y el trabajo, nuestro deseo de cooperar con Dios en la perfección del mundo. Además aportamos nuestra ofrenda económica para mantener a nuestra iglesia y salir al paso de las necesidades de los pobres

 

El dueño de la casa nos ha recibido, nos ha escuchado (nosotros también), hemos dialogado y nos sorprende su generosidad cuando nos dice que, mientras él viva, nunca nos faltará comida

Jesús nos ha invitado. Nos ha sentado a su mesa y, con la ofrenda del pan y del vino, hace el gran milagro de amor de hacerse y quedarse presente en estas especies consagrándolas para que sean fuerza y vida para todo el que cree y espera en El

 

Durante el banquete salen conversaciones de nuestras familias, de nuestras inquietudes, de los que faltan. De personas que nos han llamado la atención.

A Jesús, Eucaristía, le hablamos de nuestra Iglesia a la que pertenecemos; que cuide al Papa,  a nuestro obispo, que dé ánimo a los sacerdotes, que no olvide a nuestros difuntos y, también, que la Virgen María y todos los santos nos ayuden a seguir bendiciendo su nombre. La oración del padrenuestro recogerá y lanzará al cielo todos estos sentimientos.

 

Estamos tan felices en la fiesta que no sabemos ni cómo agradecer el ambiente tan bueno que se ha creado. El tan sólo nos pide que brindemos por la felicidad y que, luego, la llevemos a nuestras casas

Jesús, presente en la mesa del altar, nos recuerda que celebrar la eucaristía conlleva vivir como hermanos y trabajar por la paz. Por eso nos estrechamos la mano, nos abrazamos o nos damos un beso. Pero, eso sí, la paz hay que sacarla fuera del gran comedor de la iglesia y conquistarla allá donde estamos cada día

 

Así hasta el momento en que el dueño de la casa nos sirve el gran manjar esperado. El fruto de su trabajo, amor, sacrificio y entrega: EL PAN

Jesús, después de hacer un coloquio con cada uno de nosotros, nos da su cuerpo en el  pan y su vino por la comunión.

 

No queda ya, después de haber estado a gusto y de haber participado de este encuentro tan esperado y agradable, sino dar gracias y decirnos un ¡hasta pronto!

Antes de marcharnos, sentados, damos gracias privada o públicamente al Señor por tantas cosas que nos ha dado en escasos treinta minutos.

 

El padre nos acompaña hasta la salida y nos pone la mano sobre nuestros hombros deseándonos una vida feliz sin olvidar lo que hemos vivido y escuchado dentro y con la confianza de volvernos a ver pronto

Dios nos da, por el sacerdote, su bendición para que en la vida no nos falte la fuerza divina y no olvidemos que, fuera, es cuando se demuestra que somos sus hijos amándonos e intentando hacer un mundo mejor

 

Por eso, cuando  vamos o venimos, de cerca o de lejos y vemos una torre, o vemos una silueta en forma de cruz y con grandes ventanales y enormes puertas el pensamiento nos dice: esa es la casa de mi Padre. Es la casa donde, siempre que voy, dicen mi nombre y donde tengo un sitio reservado para mí exclusivamente.

Por eso, cuando nos alejamos y tardamos en regresar, y escuchamos el sonido de campanas, la conciencia nos recuerda que Dios nos sigue llamando desde donde quiera que nos encontremos para que no faltemos a este banquete tan especial. Las campanas, entre otras cosas, son los labios por los que Dios nos convoca, nos anima, nos llama y nos recuerda que su casa, por ser suya, es también la nuestra. Su sonido, sus golpes, unas veces dicen: venid, escuchad; otras venid, comed y otras venid, bebed. Pero sobre todo, en un mundo de tantas prisas y de tantos problemas nos invitan con su dulce son a ¡VENID CELEBRAD!

Read Full Post »

¿Y TÚ?

Read Full Post »

Evangelio según San Lucas 16,19-31.
Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes.
A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro,
que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.
Entonces exclamó: ‘Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan’.
‘Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento.
Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí’.
El rico contestó: ‘Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre,
porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento’.
Abraham respondió: ‘Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen’.
‘No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán’.
Pero Abraham respondió: ‘Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán’".

Read Full Post »

AMAR A 45º

Read Full Post »

Señor, haz de mí... 
Sal del mundo: que me convierta en gourmet del reino, añadiendo a la vida de cada día el único ingrediente que conserva en su totalidad, todas sus propiedades: Dios. (Mt 5, 13).
Luz de las gentes: que nadie pase por mi vida sin contemplar el enorme voltaje de paz, amistad y amor que Tú has encendido en mí. (Mt 5, 14-16)
Cimiento sólido: que las inclemencias y las adversidades de cada día no permitan echar abajo la gran obra que Tú estás construyendo en mi vida. (Mt 7, 24-27)
Semilla que cae en tierra buena: que tu palabra cale profundamente en mi corazón  y pueda dar fruto y fruto abundante. (Mt 13, 3-8. 18-23)
Trigo en medio de la cizaña: que combata el mal a base de bien, sin violencia, sin críticas destructivas,  sin puñetazos encima de la mesa…, dejando que el Sembrador  se encargue de la cosecha. (Mt 13, 24-30. 36-43)
Grano de mostaza: que, desde el anonimato y los últimos puestos, pueda contribuir a  acercar tu reino entre mi gente creciendo en sabiduría, prudencia y amor de Dios. (Mt 13, 31-32)
Levadura en medio de la masa: que mi vida sea un fermento de buenas obras en medio de mis hermanos. (Mt 13, 33)
Tesoro a la vista de todos: que sean muchos los que me encuentren y puedan adquirir, a precio de hermano agradecido, las maravillas que Tú depositas en mí. (Mt 13, 44)
Talento productivo: que jamás entierre los dones  que Tú me entregas cada día, y tenga la valentía y la generosidad suficientes para compartirlos con mis hermanos (Mt 25, 14-30)

Señor, Maestro bueno y generoso,
haz de mi vida una parábola de carne y hueso,
capaz de transmitir, 
a través de las acciones y de los acontecimientos de cada día,
tus enseñanzas a mis hermanos, 

haciendo de mi corazón, escuela del Reino,
abierto las 24 horas del día, los 365 días del año.
(Fuente: tomado de la web de Ciudad redonda, por José María Escudero en Misión Joven 393)

Read Full Post »

Older Posts »