Feeds:
Entradas
Comentarios

..Trece minutos con San Antonio..

Arrodillados ante su imagen (o estampa) le diremos con ternura:

♥ Trece minutos que estaré a tus pies, padre mío San Antonio, para ofrecer mi invocación sentida ante tu imagen milagrosa, de quien tanto espero, pues bien se ve que tú tienes poderosas fuerzas divinas para llegar a Dios. Así lo revelan tus patentes milagros, padre mío San Antonio, pues cuando acudimos a ti en horas de tribulaciones, siempre somos prontamente escuchados.

Hoy que es un día tan grande, llegarán a ti, miles de almas, que son tus fervientes devotos, a pedirte, porque sabemos que nos harás grandes concesiones, poniendo en primer turno a los más necesitados para que reciban tus favores. ¡Qué consolado me siento al entregarte mis penas!

Espero Santo mío me concedas la gracia que deseo y si me la concedes, te prometo contribuir con una limosna para tus niños pobres.

Tres grandes gracias te concedió el Señor; que las cosas perdidas fueran aparecidas, las olvidadas recordadas y las propuestas aceptadas. ¡Cuántos devotos llegarán a ti, diariamente a pedirte alguna de las tres, y tú jamas te niegas a concederlas! ¡Que llegue hoy a ti lo mío que tan necesitado pone a tus pies este humilde devoto.

RECETA DE LA AMISTAD

TAREA

MISIÓN DE LA IGLESIA

 
Benedicto XVI: Misión de la Iglesia es llevar el Evangelio a todas las naciones.

El Papa Benedicto XVI afirmó que la misión de la Iglesia es predicar el Evangelio a todas las naciones “más allá de las fronteras establecidas por los hombres”.

El Papa subrayó la importancia de llevar “a todas las naciones, razas e idiomas, a Jesucristo el Salvador, en el que se revela la plenitud de la humanidad …y la verdad”.

La familia tiene un papel fundamental en la evangelización, pues “es la unidad básica de la sociedad humana y el primer lugar donde se desarrolla la fe y la cultura”.

“Es una prioridad pastoral evangelizar el matrimonio y la familia en consonancia con la doctrina moral católica”.

Benedicto XVI recordó que “para los cristianos, el matrimonio es una alianza elevada por Cristo a nivel sobrenatural como sacramento, en el que el marido y la esposa participan del amor de Dios, llegando a ser una sola carne, tratando de amar y respetarse a sí mismos y entre sí y permanecer abiertos al don de Dios que son los niños”.

http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=37267

 
 

VALORES

¡SEÑÓR, CUENTA CONMIGO!


Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, él mundo los odia. (San Juan 15, 18-19)Señor, ayúdame a preocuparme y a ocuparme de quienes no te conocen, a redoblar esfuerzos en la lucha por derrotar al mundo que desconoce o niega tu luz y colaborar en la instauración de tu Reino desde aquí y para la eternidad. Me llamas también a ser valiente y a no desanimarme ante el rechazo, ante la persecución, ante la condena o, incluso, ante la burla de quienes no te conocen.

Señor, ¡cuenta conmigo!

 

 

La Eucaristía, el Sacramento del amor de Cristo, debe impregnar toda la vida cotidiana.

«El encuentro con Jesús en la Santa Misa se realiza verdadera y plenamente cuando la comunidad es capaz de reconocer que Él, en el Sacramento, habita su casa, nos espera, nos invita a su mesa y, luego, una vez que la asamblea se ha disuelto, permanece con nosotros, con su presencia discreta y silenciosa, y nos acompaña con su intercesión, y sigue recogiendo nuestros sacrificios espirituales y ofreciéndolos al Padre». (Papa Benedicto XVI

VISITA A JESÚS SACRAMENTADO

De nuevo aquí me tienes Jesús mío,
Confuso y humillado ante tu altar.
… Sin saber que decirte ni que hablarte.
Ansioso solamente de llorar.
Vengo del mundo, vengo del combate,
Cansado de sufrir y de luchar.

Traigo el alma llena de tristezas,
Y hambriento el corazón de soledad.
De esa soledad dulce, divina,
Que alegra tu presencia celestial.

Donde el alma tan solo con mirarte,
Te dice lo que quiere sin hablar.
Mis miserias Señor aquí me traen,
Mírame con ojos de piedad.

Soy el mismo de siempre, dueño mío,
Un abismo infinito de maldad,
Un triste pecador siempre caído,
Que llora desconsolado su orfandad.
Y gime bajo el peso de sus culpas,
Y ansía recobrar su libertad.

Soy un alma sedienta de ventura,
Un corazón que muere por amar.
Y abrazarse a la llama inextinguible,
Del fuego de tu eterna caridad.

Concédeme Señor que a ti me acerque,
Permite que tus pies llegue a besar.
Déjame que los riegue con mi llanto,
Y sacie en ellos mi ardoroso afán.

Oh, que bien se está aquí mi dueño amado,
Ante las gradas de tu santo altar.
Bebiendo de la fuente de aguas vivas,
Que brota de tu pecho sin cesar.

Quién pudiera vivir eternamente,
En aquella divina soledad.
Gozando de tu amor y tu hermosura,
En un éxtasis dulcísimo de paz

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

¡BUENAS NOCHES!